Elegir un buen proveedor web te da tranquilidad. Pero, ¿cómo distinguir entre un buen proveedor web y que puede no tener la experiencia necesaria para ofrecer una solución ?

Desde mi experiencia os puedo contar lo que vivo con clientes que necesitan una mejora, una nueva solución, una ampliación o un arreglo web y que por ahorrarse un dinero terminan con soluciones muy económicas pero poco fiables. Muchos de ellos no tienen ninguna garantía de continuidad y a medio plazo volverán a encontrarse en la misma casilla de salida.

Contar con una página web es fundamental y más aún cuando se tiene una plataforma de mediana o gran escala. Incluso para autónomos o Pymes con pequeñas tiendas online tienen necesidad de solucionar ciertos aspecto. Y, por supuesto, mantener esa página web actualizada y funcional es igual de importante. Pero, en el momento de elegir a un proveedor ¿cómo distinguir si el el que estamos considerando es el más adecuado para nuestro proyecto?

  1. En primer lugar, es importante tener en cuenta que pagar mucho dinero no garantiza un buen servicio, pero una empresa con experiencia y con una trayectoria sólida sí lo hará. Focalízate en la experiencia demostrable y no tanto en el precio, ya que el hecho de pagar menos fuerza al cliente a acudir a proveedores con poca experiencia y que a la larga no podrás confiar en que te den soporte en el futuro. Incluso puede que ni siquiera te den la solución que tenías en mente volviendo a estar como empezaste. Un buen proveedor web debería tener una amplia experiencia en el mantenimiento de sitios web, y ser capaz de ofrecer soluciones personalizadas según las necesidades de cada cliente. Y si este proveedor es profesional sabrá decirte a lo que puede afrontar y a lo que no. Desconfía en aquellos proveedores no especializados y que ofrecen servicios de toda índole.
  2. En segundo lugar, debemos tener en cuenta la calidad del servicio que ofrece el proveedor. Es importante que ofrezca una atención al cliente efectiva, y que tenga un equipo de profesionales capacitados para resolver cualquier problema que pueda surgir durante el proceso.
  3. Aunque es tentador optar por la opción más barata, debemos tener en cuenta que esto podría resultar en un mantenimiento de menor calidad y menos eficiente, transformando nuestro problema en un pozo sin fondo frustrando las expectativas. En cambio, debemos buscar un proveedor que ofrezca una relación calidad-precio justa y adecuada a nuestras necesidades y que se ajuste a nuestro presupuesto.

Desde nuestra experiencia te recomendamos que no vayas a lo fácil, sino que preguntes y valores si tus necesidades las puede solventar alguien con experiencia o puedes contar con alguien que no la requiera.